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Es importante vincular a los productores con los mercados e identificar cómo estos mercados y cadenas de valor pueden ayudar a la reducción de la pobreza. Para que los pequeños productores agrícolas se inserten en las cadenas de valor nacionales y globales deben volverse competitivos.

Si eres un pequeño productor y buscas abrir mercados, acudir como expositor a una feria tiene algunos beneficios. Así, puedes conectarte directamente con los clientes o consumidores, obtener de una variedad de personas comentarios directos sobre tus productos, conocer a la competencia, hacer ventas y desarrollar oportunidades de negocio.

Un cliente satisfecho con tu producto o servicio lo volverá a comprar y lo recomendará a otras personas.

En una cadena de comercialización intervienen agentes denominados productores, intermediarios y consumidores, que son quienes cumplen un doble objetivo: obtener un beneficio personal y agregarle valor a la producción.

Mi producto puede ser bueno, puede ser inclusive el mejor, pero no se vende solo. La publicidad y la promoción son necesarias para hacer que los clientes lo compren.

Los pequeños productores que se asocian para comercializar sus productos pueden aumentar sus beneficios económicos y sociales, porque pueden reducir sus costos de producción y de comercialización, crear vínculos con otros actores de cadenas productivas y proveedores de servicios, generar conocimientos y agregar valor a sus productos.